domingo, 23 de marzo de 2008

Caracteristicas Generales de una Estrella de mar (Clase: Asteroidea)


Los Asteroideos (Asteroidea) o estrellas de mar son una clase del filo Echinodermata (equinodermos) de simetría pentaradial, cuerpo aplanado formado por un disco pentagonal con cinco brazos o más. Se conocen unas 2.000 especies vivientes.
Tienen un esqueleto interno calcáreo, que funcionalmente es equivalente a uno externo aunque queda por debajo de la epidermis. Además, y al igual que todos los equinodermos, tienen un sistema ambulacral, que les sirve para la locomoción, la captura de alimentos y la respiración. Este sistema funciona con el mismo sistema que los esqueletos hidrostáticos (hidroesqueleto): toma agua del medio externo por medio del madreporito y la presión generada en el sistema interno de cavidades sirve para mover los pequeños "pies" que salen al exterior entre las placas esqueléticas. Estos pies móviles se denominan pies ambulacrales.


El sistema digestivo consta, principalmente, de una boca en posición ventral, un estómago que se puede revertir, haciendo que su superficie interior pase a ser exterior, y un intestino corto, recto, que acaba en un ano, que puede no existir. A diferencia de otros animales, las estrellas de mar digieren las presas por fuera ya que su estómago es reversible. Con sus miles de patas que terminan en ventosas, sostienen la comida aferrada a la parte de atrás de cualquiera de sus brazos mientras segrega una especie de jugo gástrico, posibilitando la digestión externa.
Puede tener, entre otros, un curioso sistema de reproducción asexual. En este tipo de reproducción, la estrella de mar, se puede regenerar totalmente a partir de un solo brazo que por cualquier razón se haya escindido.
Habitan los fondos marinos, de barro, arena, sobre las rocas y en medio de las algas.
Predadoras y carnívoras, se alimentan de moluscos, crustáceos y otros animales marinos. Puede comer cualquier cosa del tamaño de su brazo o menor. En ocasiones forman plagas que dañan seriamente las poblaciones de bivalvos de interés comercial, como el mejillón. Se tiene la creencia general de que éstas pican introduciendo veneno en la capa exterior de la epidermis, provocando así un enrojecimiento de la zona afectada parecido a un lunar. Está demostrado que esto no es verdad, ya que son totalmente inofensivas ante el tejido de la piel humana. (Foto: Canela Juan; Silva José Manuel)